Pedro Restuccia en Revista Caras y Caretas

Entrevista en Revista Caras y Caretas
8/Diciembre/2017 – Por Alexander Laluz


PEDRO RESTUCCIA PRESENTA SU NUEVO DISCO
TURISTA

Este domingo 10 de diciembre, a las 21 horas, el joven cantautor Pedro Restuccia presenta en Tractatus una nueva edición discográfica. Turista es un disco-libro-objeto, gestado en un minucioso y lento trabajo de composición, de escritura, de arreglos, de grabación y de mezcla, que lo reafirma como uno de los creadores más interesantes de su generación.

Pedro Restuccia en Revista Caras y Caretas Pedro Restuccia en Revista Caras y Caretas

Quizás sea la necesidad de viajar. Quizás sea el deseo de llegar a un borde, al riesgo, para interrogar los lazos de pertenencia a un territorio, a una generación, a un mapa sonoro. Turista, el quinto disco del joven compositor e intérprete Pedro Restuccia, lleva las trazas de esa necesidad. Una obra gestada durante casi ocho años de paciente búsqueda, de ensayos, de hallazgos y descartes, de cambios, de otros discos, de otros toques y producciones, de largas horas en el estudio de grabación.

Turista es un disco-libro-objeto de fino tratamiento gráfico, producción musical detallista a cargo de Pedro, Luis Restuccia y José Redondo, que deviene del testimonio de una conciencia, la de estar, de reconocerse en un marco generacional, y a la vez de no estar ni ser de allí; y, como él mismo dice, el disco también es el resultado de una pulsión, «de la sed de seguir buscando cosas nuevas como causa inquebrantable del creador». La idea primaria, cuenta Restuccia, era que todas las canciones que venía componiendo para interpretar en formato banda, durante los ensayos con otros músicos, pertenecieran a este proyecto y no a otro. «Eso fue lo que se mantuvo desde el comienzo, hace casi ocho años. Todo lo demás fue cambiando en el proceso».

¿En qué momento cuajó la idea de redondear ese proceso, de ponerse la meta concreta de publicar el material como un disco-libro?

Se empezó a redondear cuando me junté con Manuel Rodríguez Rico y Luisa Sabatini, quienes dieron forma al arte y a la edición. Eso debe haber sido hace unos dos años, en un momento en que ya estaba cerca de terminar el proceso musical, y sentí que era tiempo de darle un nombre a la obra, y de encontrar el concepto que unificaba todas estas canciones tan diversas. Sabía que estaba ese concepto, pero no tenía del todo claro cuál era. En el proceso de trabajo junto a Manuel y Luisa fueron saliendo a la luz esas interrogantes, incluso el nombre, Turista, fue algo que trabajamos en conjunto los tres. La idea de una edición física en formato libro está netamente ligada al trabajo de estos dos capos, que dejaron volar su imaginación sin ponerse barreras, y que en todo momento creyeron que había que apostar a generar un producto de calidad y originalidad fuera de lo habitual en nuestro medio.

¿Cuáles serían esas ideas estéticas, técnicas, que operan como ejes de este repertorio?

Hay ideas que atraviesan el disco de forma recurrente, y personalmente siento que el título de alguna forma logra darles ese guiño a todos. Hay un sentimiento de no pertenencia a cómo funcionan las cosas, y a cómo se hacen otras, respecto al oficio del cantautor y te diría incluso del arte todo en este país y en este tiempo particular de la historia. Hay una sensación que tengo de que si bien soy parte de una generación de creadores y músicos, y a simple vista podría entrar en algunas corrientes y estilos etiquetables, yo no logro identificarme demasiado con nada ni nadie. Hablo de algunas conductas y también de aspectos creativos. Por eso lo de Turista, que es alguien que está pero no es de allí. O incluso que puede aparentar ser muy lugareño pero en su interior sabe no es de allí.

¿Cuánto hay de salir a descubrir, a explorar otros territorios musicales, otras referencias estilísticas, otras tensiones entre innovación y permanencia en el fondo conceptual del título?

Hay mucho de eso. Creo que tu pregunta da en el clavo respecto a esa otra parte que nos significó la elección del título Turista. La de recorrido y de investigación, de aventura a lo desconocido. A su vez, la de avistamiento y viaje por diferentes paisajes musicales, puesto que es un disco que visita distintas sonoridades y vertientes.

¿Cuáles serían esos lenguajes?

Especialmente yo distingo tres vertientes bien marcadas. Los candombes y toda la raíz local (algunos un poco disfrazados, pero con el tambor o percusión llevando la batuta). Las canciones más pop con alguna vuelta de tuerca. Y la parte más de investigación y experimento (canciones con arreglos de vientos y voces, algunos bastante intrincados) de una raíz más anglosajona, quizás con algunos guiños más jazzeros. Volviendo a tu pregunta, creo que hay mucho de lo que mencionas; tratar de conectar entre la experimentación, lo nuevo, y lo más comprensible, familiar, lo intuitivo.

Vuelo melódico

Un rasgo que sobresale en el repertorio cancionístico de Turista es el vuelo que tiene el material melódico, la angulosidad de sus líneas, los puntos de tensión y choque con el plano armónico, el juego con direcciones y resoluciones que quiebran con esquemas constreñidos por la estructuración tonal en algunos casos o modal en otros. Una trama de construcciones melódicas que a la primera escucha resultan sencillas, cantables. Pero al enfocar la atención en los detalles de sus conducciones, de sus correlaciones con las secuencias armónicas, se descubre un interesante universo de complejidades. «Este aspecto está conectado con lo que hablamos antes», dice Pedro. «Incluso dentro de una misma canción, hay mucho de esa búsqueda de abrir hacia acordes ‘fuera del manual’, para luego volver a lo que nos resulta cómodo y de confianza».

¿Esto es el resultado de una búsqueda especial, de una investigación en los recursos de tu voz y en tu interés por el plano melódico?

Esto no es algo que haga adrede, pero analizándolo me doy cuenta que suelo ir hacia ese recurso ocasionalmente. Tengo muy poco (casi nulo) conocimiento teórico musical, dada mi formación cuasi autodidácta. Sin embargo, son más de 15 años componiendo canciones y tratando de encontrar siempre esa vuelta de tuerca a las cosas. Creo que de ahí se desprende un poco el resultado de eso que mencionás. Incluso trato de no limitar nunca las canciones en base a mi mejor registro vocal, ni tampoco en la guitarra. El disco está plagado de afinaciones alternativas (que, créeme, me hacen la vida imposible a la hora de tocarlas), o alturas de la voz que no son las ideales para mi capacidad; sin embargo, siempre busco lo mejor para la canción. En ese sentido, este es un disco bastante de laboratorio, y eso me llevó a grabar y regrabar muchas veces algunas cosas, especialmente las voces. Hay voces en canciones como ‘Hoja en blanco’, ‘Manual para cantar’, o ‘Pobre Serafín’, que las llegué a regrabar más de cinco veces hasta encontrar el lugar de satisfacción.

En otro plano del discurso musical, ¿estuvo desde el principio la idea de jugar con el valor tímbrico de las formaciones acórdicas, casi con algo de carácter atmosférico, brumoso en otros casos, con cierta alusión a los tratamientos pos-Debussy y en otros casos más cercanos al mundo del jazz?

Sin duda que no estuvo desde el principio, pero con el paso de los años la idea fue tomando ese valor. Hay presencias jazzísticas o guiños, especialmente en algunos temas que tienen arreglos de vientos, y otros que tienen inflexiones de esa forma de entender la música que es el jazz (puedo citar por ejemplo la canción ‘Espejos’). Pero también lo hay en canciones con formas extrañas, y eso también puede ligarse al jazz, canciones como ‘Lentecitos’ o ‘Los minutos’, que son composiciones que apuntan a salirse notoriamente de la estructura pop de verso/estribillo/interludio, sino que son como pequeñas partes que fluyen casi sin repetición, en forma lineal.

En escena

La presentación será en Tractatus y la tomo como el primer acercamiento para tocar estas canciones. Algunas sonoridades del disco estarán presentes, y otras, que requieren quizás mayor infraestructura y tiempo de preparación, quedarán para una próxima ocasión. Soy de la idea de que reproducir un disco de esta complejidad requiere mucho tiempo de ensayo y, sobre todo, el ensamble de todos los músicos . Contaremos con dos tecladistas (piano y sintetizador), percusión, y la base, obviamente, de batería, bajo, guitarras. Además, participarán varios invitados que fueron parte del disco.


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