20180126 Turista en Revista Dossier

Reseña de #TURISTA en Revista Dossier por Alexander Laluz.
26/Enero/2018 – ENLACE ORIGINAL


Riesgos

Los riesgos quiebran, hacen zozobrar las seguridades, inquietan, molestan, conmueven, energizan la escucha, erizan la piel, disparan la imaginación a derroteros que bordean los límites de la fantasía. Los riesgos crean. No son experimentos (o no lo son aquellos riesgos que valen la pena). Son múltiples existencias posibles. Son los que convierten la canción en un horizonte abierto de recursos. He aquí algunos de esos riesgos: artes que se la jugaron por estar casi al borde.

Mientras lanzó una importante lista de producciones discográficas como solista, el joven cantante, compositor, guitarrista y productor Pedro Restuccia se tomó casi ocho años para parir una obra tan personal como valiosa: Turista (2017). Se trata de un álbum, de un disco-libro-objeto, gestado en un minucioso y lento trabajo de composición, de escritura, de arreglos, de grabación y de mezcla, que se articula con un hilo conceptual: asumirse como creador e intérprete en una zona de inquietud, de no pertenecer a lo que anda en la vuelta, de tránsito y búsqueda. El resultado, sin embargo, reconoce sus anclas, su raíces en un territorio bien firme en lo estético y lo técnico.

Y otra vez el manido riesgo: Restuccia, como en los otros casos comentados en estas líneas, se la juega a desmarcarse del estándar. Sus melodías tienen un vuelo y una angulosidad de marcada intensidad. Chocan con el andamiaje armónico. Dan forma a estructuras formales no tan frecuentadas (sobre todo alejadas del guion estrofa-estribillo-interludio). Y se insertan en tramas que valen como unidades expresivas, tanto en lo tímbrico como por la riqueza de sus campos armónicos. Un tratamiento del material sonoro y letrístico en el que no camufla las referencias estilísticas (jazz, candombe, balada), sino que las reconstruye a su manera, las nutre con otro swing en la interpretación, en una apuesta a un sonido de banda, de gran ensamble vocal e instrumental. Esto coloca a Turista en una zona inestable: es y a la vez no es un disco de solista. Tal inestabilidad, por cierto, es su gran valor: el material musical resulta del esfuerzo por la integración de aportes y, al mismo tiempo, de un detenido trabajo con los detalles, tanto en el proceso compositivo como en el arreglístico y en las tomas de sonido y las mezclas.

Lo que suena, que contó con la producción de Pedro y Luis Restuccia y de José Redondo, se completa con un refinado trabajo gráfico de Manuel Rodríguez Rico y Luisa Sabatini, y con los textos de Guillermo Daverede.