Reseña de #TURISTA en el portal «Zona de Obras» (España).
Escribe: Martin Graziano (Argentina) – 29/Diciembre/2017
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Turista, de Pedro Restuccia (Uruguay)
«El tipo no esconde nada. Promediando el disco, Pedro Restuccia le dedica una canción a Luis Alberto Spinetta y celebra la obsesión de Steely Dan sobre la sintaxis del candombe. “Desafinaste y a nadie le importó –canta–. Desafinaste, pero ya la sordera es ley”. Nada de esto es casual. Pedro es un soldado de la armonía (que conduce su melodía por lugares insospechados) y su padre es Luis Restuccia: responsable técnico de buena parte de los grandes discos de la música popular uruguaya (desde Mediocampo, de Jaime Roos, hasta Terraja, de Plátano Macho, pasando por páginas imborrables de Eduardo Mateo, Fernando Cabrera, Samantha Navarro, Jorge Galemire, Eduardo Darnauchans, etc.) Turista, sin embargo, no es un alarde de virtuosismo. Si cabe la expresión, es una superproducción de perfil bajo: catorce canciones amasadas pacientemente durante ocho años, grabadas con un personal de lujo y presentadas en un packaging exquisito. Todas sus ideas, que no son precisamente pocas, están expuestas sin demasiados aspavientos: el estribillo sostenido en una nota pedal de Fuera de mi cabeza, el solo de sinte de Turista, el groove malicioso de Lentecitos. Pobre Serafín, la canción que cierra el álbum, parece concentrar todas sus exploraciones. Un candombe donde, alrededor del núcleo irreductible de los tambores de Ferna Nuñez, un puñado de borrachines (Mandrake Wolf, el Panky Breventano, Hugo Fattoruso, el propio Pedro) se trenzan en una larga sobremesa. ¡Más onda no se puede!».